Avanza en Argentina una innovadora terapia para regenerar huesos a partir de células del cordón umbilical

Avanza en Argentina una innovadora terapia para regenerar huesos a partir de células del cordón umbilical

Una start-up incubada en la UNNOBA desarrolla un tratamiento pionero que estimula células madre con ácido hialurónico para regenerar huesos dañados. Tras más de diez años de investigación, se prepara para iniciar ensayos en pacientes.

El proyecto científico

Un grupo de investigadoras del Centro de Investigaciones Básicas y Aplicadas (CIBA) de la Universidad del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA), en Junín, descubrió que al estimular células madre mesenquimales con ácido hialurónico, estas pueden transformarse en células óseas capaces de reparar fracturas complejas.

Las pruebas en laboratorio y en modelos animales mostraron resultados contundentes: los huesos tratados no sólo se regeneraban, sino que además presentaban mayor resistencia, rigidez y flexibilidad que los originales.

De la investigación a la innovación

Con esos resultados, las científicas crearon la startup MesencHyal-T, que trabaja con células madre obtenidas de la sangre del cordón umbilical, un material que suele descartarse tras el parto. Para garantizar el acceso seguro y ético, se asociaron con el Banco Público de Sangre de Cordón Umbilical del Hospital Garrahan (BPSCU).

“Lo que tenemos que garantizar ahora es que las células que se produzcan sean seguras para llegar a la etapa de ensayos clínicos con pacientes”, explicó Valeria Roca, investigadora del CONICET y miembro del BPSCU.

Impacto y perspectivas

Según la doctora Laura Alaniz, directora del Laboratorio de Microambiente Tumoral del CIBA y CEO de MesencHyal-T, la terapia se aplicaría una sola vez en la zona lesionada, lo que equilibraría los costos de producción con los beneficios para el paciente.

De confirmarse su efectividad en humanos, la técnica se convertiría en la primera en el mundo en regenerar huesos con células madre estimuladas por ácido hialurónico. Las investigadoras esperan contar con los primeros ensayos clínicos en un plazo de un año y medio.

“Se trata de un protocolo realmente innovador que sentará las bases para futuros tratamientos de este tipo”, concluyó Roca.

Redacción Multimedios Santa Fe