En un contexto nacional de tasas prohibitivas y retracción del crédito, el gobierno provincial desplegó 58 líneas de financiamiento por $215 mil millones. La apuesta ubica a Santa Fe como referente en apoyo a la producción.
En un escenario económico marcado por la volatilidad financiera, la retracción del crédito y tasas de referencia que superan el 50 % a nivel nacional, el gobierno de Santa Fe apostó fuerte para sostener la inversión productiva. Bajo la conducción del gobernador Maximiliano Pullaro y del ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, se lanzaron 58 líneas de financiamiento que suman más de $215 mil millones, con subsidios provinciales que llegan a reducir la tasa hasta el 0 %.
De ese total, $118.468 millones ya fueron ejecutados en créditos para empresas, productores y sectores estratégicos, consolidando a Santa Fe como la única jurisdicción del país que ofrece financiamiento real por debajo del mercado.
“Tenemos la responsabilidad de darle todas las herramientas a nuestro sistema privado para que pueda crecer y generar trabajo. Detrás de cada máquina nueva que se ponga en funcionamiento podría surgir un nuevo puesto de trabajo”, enfatizó Puccini.
Santa Fe Activa, el motor del financiamiento
La política crediticia provincial se canaliza principalmente a través del programa Santa Fe Activa, que articula subsidios de entre 3 y 25 puntos porcentuales sobre las tasas bancarias, fondos rotatorios para emprendedores no bancarizados y convenios con entidades como el CFI y el BICE.
Según datos oficiales, en 2024 se otorgaron más de 760 créditos por $46.000 millones. En 2025, el salto fue exponencial: 1.526 créditos gestionados en la banca formal y otros 856 a través de líneas para emprendedores, con un desembolso de subsidios proyectado en $15.318 millones para este año.
El contraste con la Nación
Puccini remarcó que el Banco Nación, que históricamente fue un motor del crédito productivo, hoy carece de herramientas competitivas. “La coyuntura parece jugarle una mala pasada al Gobierno nacional. Entendemos que deben retomar la senda inicial y ajustar a la baja las tasas de interés para créditos, con una mirada estratégica hacia el sector productivo”, afirmó.
La estrategia santafesina no solo busca compensar la ausencia de crédito nacional, sino también diferenciarse como modelo regional de desarrollo. Mientras la política monetaria central encarece el dinero y frena proyectos, Santa Fe elige subsidiar, multiplicar instrumentos y acercar financiamiento a pymes y emprendedores.
En un país donde el crédito es caro y escaso, la provincia se coloca en un rol activo que podría marcar la diferencia entre la parálisis y la inversión productiva. La clave será sostener este esfuerzo en el tiempo, evitando que quede como un oasis aislado en medio de la sequía financiera argentina.