Día del Enólogo: los secretos que marcan la impronta argentina en la producción de vinos

Día del Enólogo: los secretos que marcan la impronta argentina en la producción de vinos

Cada 7 de septiembre la Argentina celebra a los profesionales que transforman la uva en vinos de excelencia. Reconocidos internacionalmente por su innovación y capacidad de adaptación, los enólogos nacionales son los grandes intérpretes de la diversidad geográfica del país.

Cada 7 de septiembre se celebra en Argentina el Día del Enólogo, una fecha que reconoce a quienes cumplen un rol central en la evolución cualitativa de la vitivinicultura nacional. Ciencia, sensibilidad y pasión se combinan en esta profesión que hoy es sinónimo de innovación y prestigio internacional.

Maestros del terroir

Los enólogos argentinos son reconocidos en el mundo por su capacidad de interpretar una geografía diversa y desafiante, que va desde los valles altos de Mendoza hasta las regiones emergentes de la Patagonia y el norte del país.

“Ser enólogo es vivir cada día con la pasión de transformar la uva en experiencias que emocionan”, afirma José Hernández Toso, cofundador y enólogo de Huarpe Riglos Family Wines.

El especialista destaca que esta multiplicidad de terroirs obliga a dominar una amplia gama de técnicas y a fomentar una cultura de innovación constante. “A diferencia de otras zonas vitivinícolas más homogéneas, en la Argentina debemos adaptarnos a altitudes extremas, suelos heterogéneos y climas contrastantes, lo que da lugar a vinos únicos y auténticos”, explica.

Innovación y nuevas generaciones

En el corazón del Valle de Uco, la bodega Huarpe Riglos elabora vinos en la exclusiva “Finca Las Divas”, ubicada en Gualtallary, a 1.350 metros sobre el nivel del mar. Allí, la conjunción de clima y suelo de la Cordillera de los Andes permite desarrollar etiquetas de excelencia como “Guayquil, El Elegido”, un pentavarietal que combina potencia, elegancia y equilibrio, pensado para seducir a las nuevas generaciones de consumidores.

Una vida marcada por la disciplina

La historia personal de Hernández Toso refleja la pasión y la constancia que exige esta profesión. Exatleta de alto rendimiento y competidor de triatlones, descubrió en un viñedo alemán su verdadera vocación en los años ’90. Se formó en prestigiosas instituciones de Alemania e Italia y forjó una sólida carrera internacional antes de regresar al país para imprimir su sello enológico en Huarpe Riglos.

El origen de la celebración

El Día del Enólogo tiene un trasfondo histórico. Se conmemora la inauguración de la Quinta Normal de San Juan en 1862 por Domingo Faustino Sarmiento, institución pionera en la enseñanza agrícola y enológica en Argentina.

Con el tiempo, la Quinta se transformó en la Escuela Nacional de Fruticultura y Enología, reconocida como Patrimonio Cultural y Natural de San Juan. Desde 2002, el Centro de Enólogos y el Consejo Profesional de Enólogos de San Juan oficializaron la fecha para homenajear a quienes hacen del vino un emblema argentino.