El 11 de Agosto de 2014, se conocía el suicidio del reconocido actor de Hollywood: Robin Williams. Su trayectoria y prestigio lo hicieron dueño de numerosos premios y sus interpretaciones quedarán en la memoria de muchos.
Conocido por innumerables películas como La sociedad de los poetas muertos, Jumanji, Good Morning Vietnam, Una noche en el museo y otras tantas, el actor parecía no estar en su mejor momento. Según la investigación llevada adelante por David Itzkoff para su libro “Robin”, varios factores fueron las causas del inminente suicidio del actor. El miedo de no poder volver a hacer reír al público, el dolor por su divorcio aún no resuelto y un diagnóstico de párkinson temprano desencadenaron los hechos.
Susan Schneider, última esposa del actor, emitió un comunicado para contar cómo fueron sus últimas semanas: “Pasó gran parte de su vida ayudando a los demás. Ya fuese entreteniéndolos en el escenario, en el cine, la televisión o con las tropas en primera línea. Si hacía falta, ayudando a olvidar el dolor a niños enfermos. Robin sólo quería hacernos reír, que se perdiese el miedo”.
Si bien Williams estaba alejado de los medios, sus trabajos lo hicieron ganador de un Oscar, cinco Globos de Oro, un Premio del Sindicato de Actores, dos Premios Emmy y tres Premios Grammy.
El pasado 29 de julio, Robin Williams hubiese cumplido 69 años. Su fallecimiento repentino dejó un enorme vacío en el mundo del cine, pero su talento, gracia y trabajo serán siempre recordados.
Por María Belén Panessi.